viernes, 8 de diciembre de 2023

MI AMIGO CALIXTRO.

 MI AMIGO CALIXTRO.

Siempre he vivido como si fuera inmortal, sin prestarle atención al paso de los años, y sin pensar en la muerte.

Tal vez eso es lo bueno de no saber el día en que nos toca partir.

Aun así hoy me he sentido viejo, porque he visto como los niños que conocí antes, ahora ya son hombres de bigote y casados algunos. He visto como las niñas mugrientas que corrían y se subían a los árboles son hoy bellas señoritas...

Lo malo de ser viejo, es que todos lo conocen a uno, pero uno casi no conoce a nadie.

Cavilaba en eso casi al borde de la depresión, transitando por una avenida muy antigua de Guadalajara, y por casualidad, a miles de kilómetros de donde suponía se hallaba mi amigo Carlos Villanueva, me lo encontré justo frente a la plaza universitaria.

¿Y quién es ese señor? se preguntaran los más jóvenes de ustedes.

Carlos es mi amigo, el más despreocupado sujeto que haya conocido alguna vez.

Nada le enoja, nada le quita el sueño, es capaz de tomarse un café mientras su casa se quema; compañero de vagancias de mocedad y elocuente predicador.

¡Era el único que mantenía despierto a los jóvenes con su irreverente forma de exponer la palabra!

Al final le quitaron los privilegios; acusado de abandonar el protocolo.

Somos amigos desde hace más tiempo del que tienen en este mundo muchos de ustedes; pero las ocupaciones y los giros del destino nos han distanciado, sin embargo algo me dice que aún nos quedan algunas veredas más que transitar.

De momento nos bebimos un café.

— ¿y donde vivís ahora?

—En Hermosa Provincia.

— ¿Y tu mujer esta con vos?

—No, ella vive en El Salvador.

— ¿y no te preocupa dejarla sola mucho tiempo?

Carlos, iba a decir algo pero solamente sonrió y sorbió un poco de tiempo de su taza.

¡No señor Carlos o Calixtro, como le gustaba que le dijeran cuando joven, no ha cambiado en lo más mínimo, el tiempo se olvidó de él!

 

—Miguelan.

AMIGOS CONVERSANDO EN UN CAFÉ ACUARELA


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