miércoles, 1 de noviembre de 2023

A MEDIO CAFÉ.

 A MEDIO CAFÉ.

 

Un buen café y un tres leches, ¿se le puede pedir más a la vida?

—El café está muy quemado —dijo mi esposa.

—Yo lo siento bueno.

—Para vos, todo café es bueno...

—¡Perdón, Señora de Las Placitas! Yo qué culpa tengo de haber crecido entre ganado tomando leche pura de vaca. Además, vos no tomas café, sino infusión de lápices de colores.

—Jajajajaja, los que sabemos de café lo tomamos amargo. Así que mejor cállate y tómate tu jarabito azucarado. ¡Eso que vos tomás no es café! (ya un poco enojada)

—Bueno, yo de niño masticaba los lápices de colores y me saben igual que al café amargo. Pero si vos creciste entre cafetales, sin duda algo sabes. (ya dando el brazo a torcer para que la fiesta vaya en paz)

—Bueno, es que el café de Campero sería excelente si no lo dejaran tanto tiempo en la tostadora.

—Son gringos, ya sabes…

—¿Qué gringos van a ser?

A mitad del camino hacia El Ahumado, hicimos una parada en Chiquimulilla, quizás como a las cuatro de la tarde, la hora en que el cuerpo pide cafeína. Después de una hora conduciendo por la sinuosa calle que bordea Tecuan Burro, debimos detenernos en el "temascal" del sureste.

Comienza todo con una sed, una horrible sed; pero no de agua. Luego sigue el cosquilleo en la yema de los dedos y, si no se apresura uno, vendrá después un infernal dolor de cabeza que ningún analgésico, pastilla creada o por inventar podrá calmar.

—¿Y si nos compramos un termo y lo llevamos en el carro siempre?

—No es igual, el chiste es detenerse y descansar un poco.

 

—Miguelan

A MEDIO CAFÉ MUNDOS DE TINTA 7811


No hay comentarios:

Publicar un comentario