miércoles, 1 de noviembre de 2023

¿A DONDE VAN LOS AZACUANES?

 ¿A DONDE VAN LOS AZACUANES?

AZACUANES gavilán de swainson MUNDOS DE TINTA 7811
 Ayer vi volar los Azacuanes, muy alto sobre las montañas, con el límpido azul del cielo de fondo.

A veces girando como bailarines celestes. subiendo, siempre subiendo; para luego volar al este, al encuentro del sol...

¿Quiénes son?

Nuestros primeros padres fueron quienes les llamaron así, “Atzacua” que quiere decir "el que trae o detiene el agua" en idioma Náhuatl.

¡Son heraldos que sin palabras nos dicen cuando las lluvias comienzan y cuando terminan!

Leí por allí, que los azacuanes no existen como una variedad de aves, es decir, aunque vuelan juntos, no son todos de la misma especie; se trata de muchos tipos de aves migratorias, entre las cuales según dicen los expertos, las tres clases más comunes son:

El gavilán de alas anchas (Buteo platypterus),

El Gavilán de Swainson (Buteo swainsoni)

y el zopilote de cabeza roja (Cathartes aura).

¿De dónde vienen y a donde van?

Los azacuanes, vienen del gélido norte de las Américas, algunos de ellos desde las lejanísimas tierras árticas del Canadá, y son llevados por el viento durante casi dos meses y 12.000 kilómetros hasta la cima de los altísimos peñones andinos (Sudamérica) aunque algunos se quedan en nuestros países.

Ellos viajan cuando en los lugares donde viven comienza a hacer mucho frío, entonces emigran buscando tierras con climas más cálidos, pero no se quedan allí sino que regresan de nuevo a sus territorios de apareamiento antes de la llegada de la primavera.

Los Azacuanes pasan silenciosos, huraños, invisibles a la mirada perniciosa del hombre que ha perdido la virtud de mirar al cielo.

Cruzan el continente, sin prisas, abajo de ellos los cafetales empiezan a sonrojar las faldas de la montaña, quizá caigan una o dos tormentas, pero no mas... luego serán quizá sustituidos por los barriletes y piscuchas, que con algarabía justificada encumbrarán hasta las nubes los niños de mi pueblo.

Los observo casi en éxtasis.

Y de pronto el tiempo deja de existir y soy un niño, sentado en el regazo de mi abuelo, señalando sorprendido el cielo mientras él me cuenta:

“Los Azacuanes. Son los que traen la lluvia, ellos son sus sirvientes. Si Dios decide mandar la lluvia entonces manda a los azacuanes primero y ellos abren los cielos en grandes aguaceros, y luego cuando ya va dejar de llover pasan de nuevo; pero esto sucede solamente al final del invierno.

Cuando vemos pasar estas aves, ya sabemos que va llover.

Si los azacuanes que pasan son numerosos, quiere decir que el invierno va a tardar en irse y es bueno para los que siembran tardío. Si los que pasaron son pocos entonces no debe sembrarse, porque el invierno pronto terminará.

Si los azacuanes vuelan alto, lloverá ese mismo día, si vuelan bajo, quizá la lluvia se tarde un poco…”

El anciano calla y yo dejo de ser humano para volar con ellos, bañado por los rayos de sol tempranero, acariciado por la brisa fresca, siempre subiendo, siempre subiendo, viendo cada vez más lejos las copas de los árboles y los caminos polvorientos…"

 

Lunes, 15 de octubre de 2012




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